martes, 1 de noviembre de 2011

HISTORIA Y EVOLUCIÓN DE LOS CONOCIMIENTOS SOBRE LA TIERRA (Tema1: Nuestro lugar en el universo. Documento 1.)

INTRODUCCIÓN Diversos pueblos antiguos, de India, Mesopotamia, los egipcios, mayas y chinos estudiaron las constelaciones, elaboraron hipótesis sobre modelos de la Tierra y construyeron calendarios de gran utilidad, pero no hay datos sobre personajes famosos, o son muy imprecisos. Según lo que ha llegado hasta nosotros, pensaban que la Tierra era plana. El mundo se representaba como un disco redondo y plano que flota en el océano, lo que serviría de premisa para realizar los primeros mapas griegos. Parece pues seguro que los avances de las civilizaciones más antiguas fueron conocidos e incorporados por los griegos. Mapamundi atribuido a Anaximandro Los conocimientos griegos se transmitieron después por el imperio romano y también hacia el este a los sirios, indios y árabes. Los astrónomos árabes recopilaron nuevos catálogos de estrellas en los siglos IX y X y desarrollaron tablas del movimiento planetario. En el siglo XV comenzaron a cuestionarse los supuestos básicos de la posición central y la inmovilidad de la Tierra. El error moderno de que la gente en la Edad Media creía que la tierra era plana se introdujo por primera vez en el imaginario popular en el siglo XIX. Comenzaremos por lo que sabemos de los griegos, lo cual ha llegado hasta nosotros a través de las obras de numerosos autores, Para saber más: Comienzos de la Antigüedad Clásica (s. VIII a.C. al s. V d.C.): La idea básica es que la Tierra era Plana. Principales autores: Tales de Mileto (624 a.C. – 546 a.C.). En astronomía fue observador de la Osa Menor. Fue el primero en sostener que la Luna brillaba por el reflejo del Sol y determinó el número exacto de días que tiene el año. Con respecto a la Tierra, defendía que ésta flotaba sobre el agua, fuente de todas las cosas. Anaximandro de Mileto (aproximadamente 610 – 546 a.C.). Se le atribuye un mapa terrestre, la medición de los solsticios y equinoccios por medio de un gnomon, trabajos para determinar la distancia y tamaño de las estrellas y la afirmación de que la Tierra tiene forma de cilindro aplastado (de altura un tercio de su anchura) y ocupa el centro del Universo. El mundo habitado ocuparía una de las caras planas del cilindro (como una columna de piedra), la otra cara plana estaría deshabitada y la llamó Antípoda. Para saber más:
Imagen de un Gnomon
Pitágoras de Samos (s. VI a. C.) Vivió entre los años 569 a 475 a.C. De formación matemática, creía que el mundo conocido podía ser explicado a partir de las matemáticas. Sobre astronomía planteó tres Paradigmas: 1. Los planetas, el Sol, la luna y las estrellas se mueven en órbitas circulares perfectas. 2. La velocidad de los astros es perfectamente uniforme. 3. La Tierra, de la que defiende la forma esférica, se encuentra en el centro exacto de los cuerpos celestes. Estos paradigmas fueron seguidos fielmente por sus discípulos Platón y Sócrates, y significaron el punto de partida de las teorías geocéntricas. Reconoció que la órbita de la Luna estaba inclinada y fue de los primeros en establecer que Venus es la misma estrella de las mañanas y tardes. Aristóteles (384 a. C. – 322 a. C.). Sus ideas han ejercido una enorme influencia sobre la historia intelectual de Occidente por más de dos milenios. Respecto a la astronomía, adelantó los primeros argumentos sólidos contra la tradicional teoría de la Tierra plana. Presentó evidencias de la forma esférica de la Tierra mediante sus observaciones de relatos de navegantes hacia el sur y de la sombra de la Tierra sobre la Luna durante la fase parcial de un eclipse lunar. Aristóteles sostuvo un sistema geocéntrico, en el cual la Tierra se encontraba inmóvil en el centro mientras a su alrededor giraba el Sol con otros planetas. Esta teoría de la Tierra como centro del universo —al que llamó “Cosmos” y a su vez era considerado finito— perduró por varios siglos hasta que Copérnico, en el siglo XVI, cambió el concepto e introdujo una serie de paradigmas concibiendo el Sol como centro del universo. Dicearco de Mesina (355 a.C. – 285 a.C.). Midió la altura de las principales montañas de Grecia y realizó una serie de mapas del mundo conocido hasta la época, obra que acompañó a su Mapamundi. Aristarco de Samos (310 a.C. – 220 a.C.). Parece que interpretó correctamente los solsticios y equinoccios, atribuyéndolos al movimiento de la Tierra alrededor del Sol. Dedujo que era necesario que la órbita terrestre estuviera inclinada para explicar los cambios de estación. Sus hipótesis son que las estrellas fijas y el Sol permanecen inmóviles, que la Tierra gira alrededor del Sol siguiendo un círculo con el Sol en medio de la órbita. Por ello, fue denunciado por impío pues desplazaba a la Tierra del centro del universo. Podemos pues considerar que fue uno de los primeros en promulgar la teoría Heliocéntrica. Comenzó a medir la distancias y comparar los tamaños relativos en la cosmología utilizando la trigonometría. Explicó los movimientos de rotación y traslación terrestres. Dedujo que la órbita de la Tierra se encuentra inclinada. Amplió el tamaño del universo conocido, aunque con un gran margen de error. Se puede decir que fue uno de los científicos más avanzados a su época. Eratóstenes de Cyrene (Libia), (276 a.C. – 194 a.C.). Una de sus principales contribuciones a la ciencia y a la astronomía fue su trabajo sobre la medición del tamaño la Tierra, hacia el 235 a.C. Para ello inventó y empleó un método trigonométrico, además de las nociones de latitud y longitud, por lo que bien merece el título de padre de la Geodesia. El trabajo de Eratóstenes es considerado por algunos el primer intento científico en medir las dimensiones de nuestro planeta. El geómetra no se limitó a hacer este cálculo, sino que también llegó a calcular la distancia Tierra – Sol en 804 millones de estadios (139.996.500 km y se considera ahora como 149.600.000 km) y la distancia Tierra – Luna en 708.000 estadios (123.280,500 km; ahora se calculan 384.400 km). Estos errores son admisibles, debido a la carencia de tecnología adecuada y precisa. También midió casi con precisión la inclinación de la eclíptica en 23º 51' 15". Posidonio, alrededor del año 150 a.C. Determinó la circunferencia de la Tierra por otro método, aunque usando cifras de Eratóstenes, y obtuvo un valor de la circunferencia de la Tierra que discrepaba considerablemente del de su antecesor. Posidonio anunció que la Tierra tenía un perímetro de 180.000 estadios, o sea, 28.350 kilómetros --equivalente a unos ¾ del valor que había obtenido Eratóstenes. Parece ser que cuando Cristóbal Colón trató de convencer a los cosmógrafos de la corte de Isabel la Católica de que se podía llegar de España a China navegando hacia el oeste, usó el cálculo de Posidonio de la circunferencia de la Tierra, lo que seguramente sea ése el error que más ha influido en la historia de la humanidad. Lucrecio (siglo I a.C.). Se opuso al concepto de una tierra esférica porque encontraba absurda la idea de las antípodas. Plinio el Viejo (siglo I d.C.). Afirmó que todo el mundo estaba de acuerdo con la idea de la forma esférica de la Tierra. Ptolomeo (siglo II d.C.). Derivó sus mapas de un globo curvado y desarrolló el sistema de latitud, longitud y climas. Dio varios argumentos defendiendo la forma esférica de la Tierra. Sus escritos se convirtieron en la base de la astronomía europea durante la Edad Media, aunque algunos autores afirman que durante la Antigüedad Tardía y la Alta Edad Media surgieron argumentos ocasionales en favor de una Tierra plana. A finales de la edad clásica, enciclopedistas tan renombrados como Macrobio (siglo IV) y Marciano Capella (sigloV) discutieron la circunferencia de la esfera terrestre, su posición central en el universo y la diferencia de las estaciones entre los hemisferios norte y sur. Macrobio describe la Tierra como un globo de tamaño insignificante en comparación con el resto del cosmos. Enlace Enlaces 1. Sobre la opinión de la Iglesia acerca de la Tierra y las Antípodas: 2. Acerca del método usado por Eratóstenes para medir el radio terrestre: 3. A la página con mapas facilitada por Mª José Quintero:

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